Clara Ribera

Una joven muy emprendedora

Clara Ribera
"Dicen que somos demasiado jóvenes para hacer según qué, pero pienso que tenemos la mejor edad para hacer este tipo de cosas."
Clara Ribera es de Sant Cugat del Vallès (Barcelona) y estudia 2.º de Bachillerato de Humanidades y Ciencias Sociales en la Escola Pia de Nostra Senyora de Barcelona. A pesar de que todavía no sabe muy bien a qué se quiere dedicar, tiene más o menos claro que lo que le gusta es el mundo de la comunicación.

¿En qué consiste el proyecto internacional MUNOG en el que has participado?
MUNOG (Model United Nations of Goldberg) es una simulación de un congreso de las Naciones Unidas en el que participan jóvenes de entre 16 y 18 años aproximadamente. Este acontecimiento se organiza en Alemania y, al participar gente de muchos lugares diferentes, la lengua vehicular es el inglés. El objetivo es tratar de temas que afectan a los diferentes países con representación en la ONU, discutirlos y pensar en posibles soluciones y acuerdos entre naciones. Lo bueno de este programa es que se lleva a cabo de forma muy seria y, por lo tanto, se tiene mucho en cuenta el protocolo real de las Naciones Unidas: cada uno debe procurar seguirlo, llevar ropa formal, referirse a uno mismo en tercera persona y no hablar nunca sin que el moderador haya dado antes la palabra. Cada alumno representa a un país, que puede ser cualquiera excepto el propio, y, según el territorio, dispone de más o menos representantes.

¿Cuál fue tu papel en esta simulación?
Mis 2 compañeras de escuela y yo representábamos a Kenia. Yo era embajadora, y ellas, delegadas. El congreso se divide en comités, agrupados por temas parecidos, y cada una de nosotras se encontraba en uno diferente. Yo estaba en el MC3, donde tratábamos de temas de carácter más social, cultural y humanitario. Hablé de la situación del agua potable en mi país y de sus carencias. Cada territorio exponía la suya y, finalmente, llegábamos a un “acuerdo internacional” para mejorar esta situación en los países más necesitados.

¿Qué has hecho para participar en el proyecto?
Primero un pequeño casting en la escuela en el que tenía que hablar sobre cualquier tema de actualidad en inglés. Después, una vez escogidos los estudiantes, hicimos el reparto de países y comités (esto viene un poco establecido desde Alemania) y a partir de aquel momento nos fuimos informando sobre nuestro país, la situación política, social y económica, y, sobre todo, nos especializamos en los temas que nos habían asignado (en mi caso, el agua potable en Kenia). Antes de ir a Alemania tuvimos que hacer un tipo de informe para explicar nuestra postura en el ámbito internacional sobre el tema que nos correspondía; así podíamos saber qué pensaban sobre el asunto el resto de los países y prepararnos mejor.

¿Y qué requisitos se necesitan?
Creo que, además del inglés (que es una parte importante, pero no se exige un gran nivel), es indispensable querer trabajar mucho y perder la vergüenza, porque hay que hablar delante de mucha gente. Hay que estar dispuesto a escuchar y a entender, y tener muchas ganas de pasarlo bien, que al final es lo que recuerdas.



Lo que ha representado para ti formar parte de la MUNOG y del programa de voluntariado.
Dos experiencias muy contrastadas que me han hecho conocer 2 extremos del mundo en que vivimos.

Una anécdota destacada de alguna de estas experiencias.
En la MUNOG, a pesar de la seriedad que impera, también hay momentos muy divertidos. Por ejemplo, en mi comité, la delegada de Suiza dijo que se había sentido ofendida por un comentario del delegado de los Estados Unidos y estuvieron discutiendo de una forma muy brusca. Cuando se acabó la reunión, los 2 se pusieron a reír, se pidieron perdón y se decían a ellos mismos que tan solo interpretaban un papel. Acabamos riendo de la situación que se había creado.

Un libro que consideres interesante para cualquier chico y chica que, como tú, tenga ganas de vivir cosas nuevas.
Un libro que no tiene nada qué ver pero que me acompañó durante todo el viaje de Nicaragua y que me gustó mucho fue Los pilares de la Tierra, de Ken Follet.

Y un consejo para que se anime a participar en proyectos europeos de voluntariado o en la MUNOG...
Creo que la gente de nuestra edad debe perder el miedo ante cualquier experiencia no habitual. Dicen que somos demasiados jóvenes para hacer según qué, pero pienso que tenemos la mejor edad para hacer este tipo de cosas.

¿Qué conclusiones sacarías de esta experiencia?
La MUNOG solo dura una semana, pero son unos días muy intensos. Al volver tuve la sensación de haber aprendido muchas cosas que en la escuela nunca habría visto. Me sorprendió la seriedad y la rigidez con las que se desarrolla todo el programa: ¡parece que estés en la ONU de verdad! Hay gente que viene de muy lejos (de la India, de los Estados Unidos...) para asistir en el proyecto, y, por lo tanto, son personas muy preparadas y muy encaminadas a las relaciones internacionales en un futuro.

También has colaborado en un programa de voluntariado en Nicaragua. Explícanos qué hacías...
El pasado verano estuve un mes en un campo de trabajo. Vivía con una familia de una comunidad rural con 10 jóvenes más de mi edad. Nuestra tarea consistía en llevar a cabo unas jornadas de reforestación con toda la comunidad, pero también hicimos talleres extraescolares de repaso, juegos... y, finalmente, el proyecto más importante: el montaje de una biblioteca. Nos involucramos mucho en la vida de aquellas familias y aprendimos a vivir (a pesar de que solo fue un mes) sin las cosas que aquí nos parecen imprescindibles (la electricidad, el agua corriente, y todo lo que esto supone).

¿Por qué crees que los jóvenes deberían involucrarse en actividades de voluntariado?
Hacer de voluntario, aparte de lo que puedas aportar al lugar donde estás, es una experiencia que te hace superar muchos retos. La gente se sorprende cuando digo que con 16 años me fui a Nicaragua, pero las cosas que puedes llegar a absorber en tan poco tiempo son tantas, que vale la pena. No todo son momentos de felicidad, pero cuando vuelves te das cuenta de lo que ha significado para ti y para ellos estar allí durante aquel tiempo.