Mercè Crosas

Mercè Crosas trabaja en Harvard

Mercè Crosas
"De mi trabajo destacaría la oportunidad de aprender constantemente cosas nuevas, colaborar con gente interesante y tener un enfoque muy abierto..."
Mercè Crosas se licenció en Físicas por la Universitat de Barcelona y después se fue a los Estados Unidos donde se doctoró en Astrofísicas por la Rice University de Houston (Tejas) y también llevó a cabo un posdoctorado en Radioastronomía en la Harvard University, Cambridge, (Massachusetts). Actualmente, hace 5 años que trabaja como directora de Software Product Development (Desarrollo de productos de software) en el Instituto de Ciencias Sociales Cuantitativas de la Universidad de Harvard.

¿Qué tareas desarrollas en el grupo de diriges?
Mi grupo se encarga de diseñar y construir software para facilitar la búsqueda y la vida académica en Harvard, con un enfoque hacia el software para las ciencias sociales. Nuestra definición de ciencias sociales es muy amplia, incluye todo lo que tiene que ver con el comportamiento humano, desde historia hasta medicina y sanidad, economía, etc. De una forma u otra, las herramientas y sistemas que creamos en muchos casos también pueden aplicarse a las ciencias naturales. Mi trabajo normalmente consiste en interpretar lo que los profesores o investigadores necesitan, y a continuación, convertirlo en software que pueda ayudar y, si es posible, automatizar el proceso de búsqueda. Eso lo hacemos con un grupo de unos 15 programadores, diseñadores, estadísticos y catalogadores. Mi trabajo requiere estar al corriente de las nuevas tecnologías dentro del mundo de la informática, entender qué es lo que necesita la Universidad para mejorar la búsqueda, y pensar en la arquitectura y el diseño más eficiente para desarrollar un software que resuelva esta necesidad.

¿En qué estás trabajando en el Instituto de Ciencias Sociales Cuantitativas?
Actualmente estamos trabajando en 2 proyectos que ofrecemos a toda la Universidad de Harvard, e incluso a otras: Dataverse Network y Scholars Web Sites. El primero es un sistema para publicar datos de búsqueda. Permite a investigadores, no sólo de Harvard, sino de todo el mundo, depositar los datos que han recogido y utilizado para sus trabajos de búsqueda, y poderlos citar (con un identificador único y persistente en la web) cuando publican los resultados. Eso ayuda a acceder fácilmente a los datos para poder replicar el trabajo en un futuro y, a la vez, aumentar las referencias al trabajo original. Además, preservamos, catalogamos y archivamos los datos depositados, evitando que se pierdan y haciendo más fácil que otros los encuentren. El segundo proyecto, Scholars Web Sites, es un sistema que facilita construir sitios web enfocados a profesores y a grupos de búsqueda. Ofrecemos un gran conjunto de herramientas dinámicas que ayudan a colaborar, anunciar clases, distribuir fácilmente publicaciones y compartir ideas sobre los trabajos de búsqueda. También desarrollamos programas estadísticos que ayudan a analizar datos de búsqueda, tanto para una encuesta, como para un estudio biomédico. Ofrecemos un cluster de servidores para poder conducir análisis que requieren mucha memoria.

Por lo que respecta a la investigación, los profesores que trabajan en el Instituto usan modelos matemáticos para prever comportamientos políticos y económicos, y procesan información de la web (tweets, blogs, etc.) y de otras fuentes para analizar la opinión en diferentes temas actuales. Es un enfoque matemático y cuantitativo a las ciencias sociales, que utiliza análisis automatizados.

¿Cómo has llegado a hacer lo que ahora haces?
Inicié mi trayectoria pensando que iría por un camino bastante diferente, con otras ambiciones. Cuando fui a los Estados Unidos a hacer el doctorado, mi ilusión era ser astronauta. Desde la perspectiva, esta idea parece inocente ahora, pero no imposible; de aquí unos días mi antigua compañera de oficina irá a pasar 6 meses a la Estación Espacial Internacional. Podría haber seguido esta misma trayectoria, pero cuando lo consideré en serio, no me pareció tan buena idea. Me interesaba más la teoría, las simulaciones y seguir aprendiendo sobre el universo y nuestro mundo.
El último año de mi doctorado lo pasé en Harvard y me quedé allí para hacer un posdoctorado, trabajando en simulaciones por ordenador para interpretar los datos que obteníamos de observaciones astronómicas. Eso me ayudó a familiarizarme con la programación, el análisis y el procesamiento de datos de búsqueda. Más adelante decidí dedicarme más seriamente a la programación y me aventuré en una compañía de software para la educación (era el momento del boom de Internet y esta opción era bastante lucrativa). Después, estuve unos años trabajando en un par de compañías más, en este caso biotecnológicas, con un grupo de programadores y bioinformáticos. Y finalmente, después de ver compañías arrancando y cerrando al cabo de poco, decidí volver a Harvard, esta vez con un grupo de programadores dentro de las ciencias sociales. Puedo decir que he pasado por una buena parte de las ciencias y he vivido la investigación y la programación aplicada en muchos campos académicos.

 



¿Qué destacarías de tu profesión?
La oportunidad de aprender constantemente cosas nuevas, de colaborar con gente interesante y de tener un enfoque muy abierto y colaborativo con todo lo que hacemos (nuestros sistemas y herramientas son open source, todo el mundo puede acceder a ellos y contribuir, y son gratuitos).

Alguien a quien admiras en el ámbito de tu profesión.
Gary King, el director del Instituto, por su visión e interés en todo lo que se puede aprender. Tiene el título de Univerity Professor, que sólo poseen 22 profesores de Harvard.

Una película que volverías a ver.
Por ejemplo, Whatever works, la última de Woody Allen.

Una anécdota de tu día a día.
Cada día cuando voy al trabajo paso por un par de edificios diseñados por el arquitecto Josep Lluís Sert López, y mi oficina da a la Graduate School of Design de Harvard, donde fue decano durante muchos años. Todavía podemos disfrutar de su influencia cada día, ya que hay más concentración de sus edificios en Harvard que en cualquier otro lugar del mundo.

Un libro de cabecera para tu profesión.
Libros de programación (Java, PHP, SQL, javascript, etc.) y de arquitectura de software. En cualquier caso, la tecnología cambia tan rápidamente, que la mayoría de información del momento proviene de blogs y conferencias. Super Crunchers, de Ian Ayres, describe de forma general el tipo de búsqueda que se lleva a cabo en el Instituto.

Y por último... ¿Suerte o esfuerzo?
Creo que como todo en la vida, ha sido una combinación de ambas cosas. Lo que no niego es que pasé muchas horas estudiando y haciendo un gran esfuerzo durante el doctorado y, en buena parte, me ha servido para el resto de cosas de mi vida. No siempre me he sentido afortunada con mi trayectoria, cambiando de una compañía a otra, pero ahora, con mayor perspectiva, veo que mi experiencia me ha enriquecido mucho.

¿Cambiarías algo de tu trayectoria tanto académica como profesional?
No, no lo creo. Lo cierto es que, a pesar de que a veces echo de menos la astrofísica, el haber trabajado en una gran variedad de campos de búsqueda, tanto en el mundo empresarial como en el académico, me ha dado un conocimiento mucho más global de lo que sabemos, con más visión para resolver problemas multidisciplinarios. Me ha dado la oportunidad de valorar diferentes tipos de estudios, relacionarme con distintos tipos de investigadores y tener, en general, una vida más llena. Además, trabajar en Harvard me permite estar al corriente de otras cosas que me habría gustado estudiar, aprovechar las charlas y participar de un mundo académico muy dinámico.

Un consejo a un joven que sueña con trabajar en el mundo de la investigación
Independiente del campo de investigación, cada vez recibimos o recogemos más información, tanto porque los instrumentos son más potentes o por el aumento de medios de comunicación. En consecuencia, para investigar cada vez es más crítico saber procesar grandes cantidades de datos, saberlos interpretar y analizar. Eso requiere un nivel de estadística y de programación fundamentales. Adquirir esta base, además de seguir un método científico y saber cuestionar los resultados, creo que es muy importante para los futuros investigadores. En algunos campos de investigación, eso ya es evidente ahora. Por ejemplo, en neurología se realizan imágenes magnéticas para estudiar el cerebro que resultan en información de 1 PetaByte (o un millón de gigabytes, equivalente a toda la información acumulada en Facebook) por cada milímetro cúbico de neuronas.

De hecho, el conocimiento estadístico, la manipulación de datos y la aplicación del proceso científico son herramientas que sirven para aprender a cuestionar la información creciente y cambiante que se recibe cada día, no solamente en el mundo de la investigación, sino en cualquiera tema actual.